En cualquier sistema de sonido, la calidad final depende de las bocinas. La mejor grabación, codificada en el dispositivo de almacenamiento más avanzado y reproducida por una pletina y un amplificador de gama alta, sonará fatal si el sistema está conectado a unas bocinas deficientes. Adquiere unas bocinas de calidad para mejorar el sistema de sonido.
El altavoz de un sistema es el componente que toma la señal electrónica almacenada en CD, cintas y DVD y la convierte en sonido real que podemos oír.
¿Cómo funciona el sonido en relación con las bocinas?
El sonido se mueve en ondas de presión. Cuando las partículas de aire se comprimen y enrarecen con suficiente rapidez, lo oímos como sonido.
Cuanto más rápido cambia la presión del aire, mayor es la “frecuencia” del sonido que oímos.
El sonido se mueve en ondas de presión. Cuando las partículas de aire se comprimen y enrarecen con suficiente rapidez, lo oímos como sonido.
Cuando un altavoz se mueve hacia adelante y hacia atrás, empuja las partículas de aire, lo que cambia la presión del aire y crea ondas sonoras.
¿Cuáles son las partes de las bocinas?
Las partes de un altavoz son:
- El cono y el guardapolvo (las partes que mueven el aire y producen el sonido).
- La araña y la envolvente (también llamada suspensión, son las piezas que mantienen el cono en su sitio al tiempo que le permiten moverse).
- El imán y la bobina móvil (las piezas que interactúan para convertir la energía eléctrica en movimiento).
- La cesta
- El mástil y la placa superior
- Y, por último, el armazón que lo monta todo junto.
¿Cómo funcionan las bocinas?
Cuando se envía una corriente eléctrica a través de una bobina de alambre, se induce un campo magnético.
En los altavoces, se envía una corriente a través de la bobina móvil que produce un campo eléctrico que interactúa con el campo magnético del imán permanente fijado al altavoz.
Las cargas iguales se repelen y las diferentes se atraen. A medida que se envía una señal de audio a través de la bobina móvil y la forma de onda musical sube y baja, la bobina móvil es atraída y repelida por el imán permanente.
Esto hace que el cono al que está unida la bobina móvil se mueva hacia delante y hacia atrás. El movimiento de vaivén crea ondas de presión en el aire que percibimos como sonido.
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