¿De que sirve un interfaz de audio?

Los programas informáticos de estaciones de trabajo de audio digital (DAW) ofrecen más capacidad de grabación y producción musical que un estudio lleno de hardware de la época predigital. Pero a pesar de toda la funcionalidad que ofrece este software, su sonido depende en gran medida de una pieza de hardware externa llamada interfaz de audio. Compra un interfaz de audio aquí.

Estos dispositivos ofrecen los conectores necesarios para conectar micrófonos e instrumentos para grabar, así como altavoces y auriculares para escuchar. También suelen ofrecer medición y otras funciones importantes.

Cuanto más sepas sobre el funcionamiento de las interfaces y el tipo de funciones que ofrecen, mejor posicionado estarás para tomar una decisión de compra informada.

¿Por qué son tan importantes las interfaces de audio?

La mayoría de los ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes tienen tarjetas de sonido integradas que convierten las señales digitales en señales de audio. En este caso, probablemente estemos hablando de la tarjeta de sonido de tu ordenador.

La realidad es que la tarjeta de sonido integrada en tu ordenador es bastante rudimentaria. Tiene limitaciones en el número de señales o canales que puede manejar. Sencillamente, no está hecha para grabar o reproducir audio con calidad profesional.

Y no sólo eso, sino que el propio ordenador probablemente no tenga la cantidad de opciones de conectividad que necesitas para tu equipo.

Ahí es donde entra en juego una interfaz de audio. En pocas palabras, una interfaz de audio es una tarjeta de sonido muy mejorada.

¿Cómo funcionan?

Las interfaces de audio realizan muchas funciones importantes, pero su principal cometido es la conversión. Antiguamente, cuando la grabación de audio era estrictamente analógica, todo pasaba por una mesa de mezclas y se grababa en una cinta.

Hoy en día, en la era digital, todo lo relacionado con la grabación de audio se realiza en una serie de señales.

Una interfaz de audio simplemente toma las señales digitales y analógicas -como las que provienen de las guitarras, los micrófonos, los teclados MIDI, etc.- y las convierte en un formato que tu ordenador pueda reconocer y luego las vuelve a convertir en analógicas para que puedas monitorizarlas desde tus auriculares o altavoces.

Una vez en el ordenador, puedes seguir manipulando la señal en tu DAW o cualquier otro tipo de secuenciador.

La mayoría de las interfaces pueden convertir estas señales de forma bidireccional, es decir, tanto en analógico a digital (ADC) como en digital a analógico (DAC). Este tipo de conversiones las realiza la propia interfaz, y la mayoría de las interfaces de audio cuentan con varios canales de cada una.

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